Participación social y educación inclusiva:
aprendiendo de las experiencias de alumnado con TEA y de sus familias
Las relaciones sociales positivas entre iguales, el sentimiento de ser reconocido y valorado al tiempo que se forma parte significativamente de un grupo de referencia, o la confianza en que lo que a uno le pasa le importa a los demás y puede tomar parte en las decisiones escolares que le afectan son, todas ellas, facetas de una dimensión poliédrica, pero central, en los procesos que configura una educación inclusiva.
En el proyecto de investigación que hemos desarrollado desde el grupo EQUIDEI, algunos de cuyos resultados se presentarán en este Congreso, las agrupamos bajo la denominación de participación social.
Se trata de una dimensión socioafectiva que es importante para todo el alumnado y que ha de cuidarse y potenciar mediante decisiones instruccionales concretas, cuidando el clima del aula y generando oportunidades para que, en efecto, todo el alumnado participe. Pero dentro de este todos, es evidente que hay algunos que, a tenor de las condiciones escolares de los centros donde están escolarizados y de las prácticas docentes en sus aulas, en interacción con sus características personales, pueden estar en mayor riego de marginación, menosprecio o manipulación. El alumnado considerado dentro de los trastornos del espectro autista (TEA) es uno de esos grupos vulnerables y, por esa razón, en este proyecto han estado en el centro de nuestro diseño. También hemos elegido a unos participantes que, sin duda, desafían los convencionalismos y las rutinas escolares mayoritariamente al uso pero que, no por ello, dejan de tener derecho a una educación inclusiva de calidad.
En este sentido creemos firmemente que todo lo que pueda aprenderse sobre cómo mejorar su derecho a una educación inclusiva de calidad, desde la educación infantil hasta la universidad, debe servirnos para mejorar también las mismas expectativas de otros grupos de estudiantes, tal vez, menos desafiantes.
Este Congreso persigue tres grandes objetivos; dar voz a las familias y a los propios estudiantes con TEA que viven cotidianamente, de mejor o peor forma, estos procesos de participación social; conocer y compartir evidencias procedentes de la investigación relativas a la configuración de esta importante dimensión, sea desde el punto de vista de los apoyos o las barreras que impiden su implementación y difundir los resultados específicos derivados de los distintos estudios que configuran nuestro propio proyecto.
El Congreso se desarrollará de forma virtual, entre los días 15, 16 y 17 de septiembre de este año 2021, en horario de tarde para facilitar la participación de familias, estudiantes universitarios, docentes de todas las etapas educativas, orientadores o cualquier otro actor educativo que se sienta comprometido con el desafío de aprender para avanzar hacia una educación más inclusiva.
También está abierto a la presentación de comunicaciones que versen específicamente sobre aspectos relacionados con la participación social de alumnado vulnerable en contextos escolares inclusivos, formales o no formales. . Debido al formato del congreso el numero de comunicaciones aceptadas será reducido, el máximo que se aceptarán serán 48.
Este Congreso se financia con fondos del Proyecto citado y cuenta con el apoyo y la inestimable colaboración de Ayuda en Acción. Las ponencias, comunicaciones y conferencias tendrán traducción a la Lengua de Signos Española (LSE). Las conferencias tendrán, además, traducción simultánea al inglés.
La neuroeducación surge como una nueva disciplina que se centra en el estudio de las funciones cerebrales y su relación e influencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje: analiza el desarrollo del cerebro humano y su respuesta a los estímulos, y estos efectos se transforman posteriormente para desarrollar / facilitar el conocimiento (Mora, 2013). Para que este proceso funcione de la mejor manera, son numerosos los trabajos que señalan que la emoción y la motivación son claves (Mora, 2020). Esta disciplina ha aportado a la educación elementos para la práctica de la atención a la diversidad.
En el sistema educativo asisten estudiantes de diferentes contextos, múltiples realidades y dentro de esa diversidad están los estudiantes con trastorno del espectro autista.
Se llama "trastorno del espectro" porque los estudiantes con TEA pueden tener unas características diferenciales, con una intensidad y sintomatologías diferentes.
Entre estas características podemos encontrar estudiantes con dificultades para hablar con los demás, con el entorno, y que no mantienen el contacto ocular cuando se les habla. Además, pueden tener intereses limitados, restrictivos y comportamientos repetitivos. Pueden pasar mucho tiempo organizando cosas o repitiendo una frase una y otra vez. Parecen estar en su "propio mundo", o disfrutando de una experiencia que ellos la construyen de acuerdo con lo que perciben (Schneider, 2017).
Para la atención a estos estudiantes con sus realidades, es de vital importancia tanto la formación de los profesionales como el contexto educativo en el que desarrollan su actividad.
No cabe duda de que la formación del profesorado que atiende a estos estudiantes es uno de los temas más utilizados en el análisis del panorama educativo, especialmente en la práctica docente. Nos preocupa la coherencia entre los métodos diseñados para educar a niños y jóvenes, y la forma en que se prepara a los futuros maestros.
En el presente artículo se muestra un análisis comparativo entre la evolución de la neuroeducación, especialmente en los últimos años, y su influencia en la práctica docente de los profesionales que trabajan con personas con trastorno del espectro autista, así como en el proceso de enseñanza-aprendizaje que experimentan. Se expone un enfoque práctico sobre la formación y necesaria actualización de conocimientos de los docentes especializados en este tipo de estudiantes, pues para abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje correspondiente es importante una capacitación profesional que contemple las características específicas del autismo, su déficit, un conocimiento sobre modos de aprendizaje globales, y a la vez pautas de enseñanza. Dentro de esas especificaciones es muy importante tener en cuenta la motivación intrínseca del profesional. Una de las preguntas fundamentales es cómo aprende el estudiante con autismo, y cómo enseña el profesional que le atiende.
Para esta realidad, la formación debe ser continua y permanente desde la formación inicial y los cursos de capacitación y el aprendizaje en el puesto de trabajo.
La neuroeducación plantea que debemos conocer el funcionamiento del cerebro, ya que éste es el encargado de la conducta, del lenguaje, del pensamiento y de los sentimientos. Y es aquí donde se produce la enseñanza-aprendizaje, por lo tanto el profesional, al conocer esto, construye estrategias y facilita técnicas educativas para el alumno, y también para otros profesionales y familias.
Esas estrategias se realizan en colaboración con otros profesionales contemplando aspectos como la particularidad de cada estudiante con TEA, el contexto, las familias, características específicas del TEA, estrategias didácticas y pautas de cómo se produce la enseñanza aprendizaje. Es importante conocer cómo funciona el cerebro a partir de los estímulos sensoriales y cuál es la mejor metodología, las historias, la música, el movimiento… Las imágenes constituyen otro punto que debemos tener en cuenta. Si queremos entender cómo enseñamos y cómo aprendemos, analicemos el cerebro (Grandin, 2014).
El ámbito más directo de la aplicación de la neuroeducación es la escuela, y quienes interactúan en ella, profesionales maestros y estudiantes. Se puede observar que las acciones en el ámbito escolar se encuentra en coherencia y coordinación con las cinco características principales de la neuroeducación; con el carácter científico y con el estudio de las funciones mentales superiores. El gran interés en la corteza cerebral asociativa se centra exclusivamente en el ser humano, y el carácter interdisciplinario (On, 2017), encontrándose también un punto no menos importante que es la particularidad de cada estudiante desde sus dimensiones bio-sico-social y emocional.
Por lo tanto, en la escuela no existen dos alumnos idénticos con las mismas capacidades, necesidades o con el mismo estilo de aprendizaje. Cada uno tiene una manera diferente de ser, de conocer y de aprender.
Cada profesional tiene una manera diferente de enseñar, de construir el entorno para que se produzca el aprendizaje, y esto sucede en la interacción con el alumno-maestro. Por esa razón, independientemente de la metodología que utiliza, la formación del maestro desde la neuroeducación propone conocer el funcionamiento cerebral y a partir de ahí plantear intervenciones educativas desde la individualidad de cada educando.
Las investigaciones que a lo largo de los años se fueron realizando aportaron diferentes propuestas para lograr el aprendizaje de las personas con TEA, así como teorías que se sustentan desde la neurociencia (Sánchez, V.; 2021).
Autores
Nombre completoFrancisco J. García Tartera; Viviana S. Sánchez Bovadilla
Correo electronicofjgtartera@edu.ucm.es; viviansa@ucm.es
Emisión Online
La sesión se retransmitirá mediante la plataforma Zoom. Los asistentes pueden conectarse mediante el enlace que se comunicará con la suficiente antelación.
Todos aquellos participantes que necesiten certificado al Congreso, deberán aparecer correctamente identificados con su nombre y apellidos en su perfil de zoom. En caso contrario no podrá emitirse certificado alguno.
Rogamos a los usuarios que se conecten 5 minutos antes del inicio de la sesión.
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- Todas las preguntas que quieran dirigir a los ponente deben realizarlas por medio del chat habilitado a tal fin. Posteriormente el moderador le facilitará las preguntas seleccionadas a los ponentes.