INTRODUCCIÓN
Leyendo
en diversos foros de Internet me llama la atención un artículo del ABC EMPRESA
(6 de septiembre de 2015) en el que se habla de la elaboración del Libro Blanco
de la Función Docente. Por fin –pienso- parece que la Administración se está
tomando en serio la carrera docente, pero han sido necesarias varias
legislaturas con diferentes actores en el poder con los que, al final, no se ha
llegado a nada, tal como podemos certificar los docentes en este país.
El
artículo es muy breve y tiene los ingredientes necesarios para hacernos pensar
profundamente en nuestro futuro, que incluso dada la coyuntura actual nos puede
inducir a pensar en aquello de “Virgencita, que me quede como estoy”:
Es uno de los temas que el ministro ha tratado con
los representantes autonómicos en la maratoniana ronda de encuentros mantenidos
este verano. Más centradas en la etapa escolar que en la universitaria, las
propuestas, de salir adelante, acabarían teniendo una clara repercusión en la
formación académica y personal de nuestros estudiantes y profesores. El Libro
Blanco abarcará la definición de las competencias docentes, el acceso a la
función docente, la formación del profesorado y su reconocimiento social, entre
otras cuestiones. Una reforma sin repercusión económica pero que puede
convertirse en una cuestión muy espinosa de cara a las elecciones generales.
Nos
encontramos con muchas variables que vienen a coincidir en el tiempo. No parece
que sea un momento de buenos augurios, dado que el Ministro de Educación de los
últimos tres años ha dicho adiós y vamos a estrenar nuevo curso con el
sucesor, Sr. Iñigo Méndez de Vigo, que ha dado pie al artículo antes
mencionado.
Otras
variables de la máxima importancia son, por ejemplo, que varias comunidades han
pedido expresamente un aplazamiento en la aplicación de la Ley de Educación
(LOMCE, 2013). Más aún, desde algunas de ellas se han realizado
comunicados bien claros a los medios en el sentido de que no van a aplicar la
LOMCE. En total pueden ser más de 12 comunidades las que se muestran contrarias
a la aplicación y que plantean un aplazamiento, muy posiblemente esperando que
los resultados de las Elecciones Generales del próximo diciembre produzcan un
cambio en el Gobierno y se propicie la derogación de esta ley.
Estamos
a punto de arrancar un curso académico en el cuál coexistirán dos leyes de
educación: la LOMCE y la LOE. Y si somos perfeccionistas tendríamos que hablar
también de la LOGSE, puesto que la LOE conserva muchos de los artículos de la
ley de Educación del 90. Si cambia el gobierno a final de año nos podemos
encontrar a mitad de un curso escolar con cuatro posibles leyes de educación,
pues habría que sumar la que inmediatamente debería sacar el nuevo gobierno tras
derogar la vigente, tal como han asegurado en muchos medios de comunicación.
TODAVÍA
ESTÁ CON NOSOTROS
Me
refiero a la crisis. A pesar de las mejoras relativas que se vislumbran en el
horizonte, la crisis sigue aquí acompañando a miles de familias en las que no
trabaja ningún miembro de ellas y cuya economía es la de supervivencia,
incluso mendigando o acudiendo a los comedores de caridad.
Otras
familias no corren esa suerte y su situación es algo mejor porque algún miembro
trabaja, pero con salarios ínfimos con los que es imposible mantenerse. Si
consideramos un sueldo de 900 euros netos al mes y descontamos el alquiler de
la vivienda, recibos de luz, agua y gas, manutención, ropa… No salen las
cuentas, ¿verdad?
Añadamos
a este panorama otra variable de la que no gusta hablar demasiado (escasea la
información en los medios de comunicación), que es la deuda española. Según el
periódico especializado Expansión (junio de 2015), la deuda española alcanzó en
junio el 98% del producto interior bruto (PIB), es decir, aproximadamente 1
billón de euros.
Otra
de forma de expresar esta cifra, que puede que no sea suficiente para situar a
algunas personas en el contexto real de su significado, es la deuda que tiene
contraída cada ciudadano español, que es de unos 22.663 euros.
Cada
uno de los habitantes censados en nuestro país tiene contraída esa deuda que,
claro está, hay que pagarla. No obstante, ocurre que es el gobierno de turno el
que debe afrontarla con el dinero de todos; dinero que fundamentalmente se
genera en base a impuestos: IVA, IRPF, renta, gasolina, etc.
Debiendo un billón de euros, está claro que en algún momento
alguien tendrá que exigir el pago de la deuda, o bien de motu propio se iniciará la devolución, so pena de que los intereses
sigan incrementándose hasta llevarnos a la situación de la República Helénica y
que no podamos sacar más de 50 euros diarios del banco. En el caso de que sea
la primera opción (reclamar la deuda), es evidente que en ese momento se
acabará la fiesta y dejaremos de escuchar en los medios la canción que nos
llevan cantando los políticos (unos más que otros) desde hace tanto tiempo:
“vamos a contar mentiras, tralará, vamos a contar mentiras, tralará…” En ese
momento se hablará de nuevo de la crisis, del paro, de los bajos salarios y, de
nuevo, de la congelación y/o reducción salarial a los funcionarios, ¡cómo no!
Total,
ya estamos acostumbrados a que nos engañen, timen, desprecien, ninguneen… y
hasta a escuchar que somos la garantía de estabilidad de cualquier gobierno. ¡Lo
que hay que aguantar!
Todavía
colea por Internet la noticia
publicada por el diario digital “El Aguijón” en 2012 sobre los casi 450.000
cargos políticos en España. Es curioso, pero nadie ha desmentido la noticia
tajantemente. Eso sí, en los medios han aparecido muchos políticos de varios
signos quitando veracidad, pero todavía se espera una publicación transparente
y concreta que cuantifique ese número, lo que nos cuesta y sus funciones.
Lo
que sí es claro y transparente es que esos cargos, sean el número que sean, son
elegidos a dedo y recaen normalmente en familiares y “amiguetes”, sin pasar por
un verdadero proceso de selección, tal como se les hace pasar a los
funcionarios, que sí han demostrado su valía para poder optar a una plaza en la
Administración.
¿Por
qué esos cargos políticos no están ocupados por los funcionarios
correspondientes en escala que ya demostraron su capacidad y preparación para
ello? Es triste que gobierno tras gobierno, del signo que sea, todos convergen
en ese concreto desprecio a la función pública y a sus servidores.
“VIRGENCITA,
QUE ME QUEDE COMO ESTOY”
Una
vez analizadas las variables más destacadas que afectan a corto plazo a nuestra
profesión de sirvientes públicos en el campo docente, casi cabría aplicarse lo
del chiste. Imaginemos que se presenta el dichoso Libro Blanco de la Función
Docente. Si las Elecciones son en diciembre, no queda tiempo, así que debería
ser presentado a lo largo de este mes o del que viene. Eso, sin ir más lejos,
significaría improvisación.
A
estas alturas resultaría esperpéntico que se decidiera nuestro futuro en base a
unas negociaciones que han tenido lugar en pleno mes de agosto y continuado durante
uno o dos meses más. ¿Alguien ha contado con nosotros? ¿Alguien nos ha
preguntado? ¿Ha habido consenso? ¿Sí? ¡Qué miedo!
Por
supuesto, hay que contar con la Historia. Y ésta nos indica sin ambigüedades
que saque lo saque este Gobierno tendrá a todos en su contra. Si encima tenemos
presente de nuevo las próximas Elecciones, es evidente que será así. En
consecuencia, otra vez nuestro futuro en entredicho, usado como arma arrojadiza
y manipulado por miles de opiniones de las que una mayoría no han dado clase en
su vida. Y todo ello pendiendo de un hilo porque, claro está, el gobierno
saliente de las urnas en diciembre tendrá unas ideas o muy condicionadas o muy
contrarias a lo que se haya pactado por el gobierno anterior, de forma que…
“Virgencita, que me quede como estoy”.
REFERENCIAS
ABC EMPRESA (6 de
septiembre de 2015). Breve hoja de ruta de un agosto intenso. Domingo, 6 de
septiembre de 2015. Visto el 7/9/2015 en www.abc.es/economia
EXPANSIÓN (junio de
2015). Deuda pública de España. Datosmacro.com. Visto el 7/9/2015 en http://www.datosmacro.com/deuda/espana
LOE (3 de mayo de
2006). Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. BOE 106, de 4 de mayo
de 2006. Visto el 7/09/2013 en https://www.boe.es/buscar/pdf/2006/BOE-A-2006-7899-consolidado.pdf
LOGSE (3 de octubre
de 1990). Ley 1/1990, de 3 de octubre, de ordenación general del sistema
educativo. BOE de 4/10/1990. Visto el 7/9/2015 en http://www.educacion.gob.es/mecd/oposiciones/files/logse.pdf
LOMCE (9 de
diciembre de 2013). Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de
la calidad educativa. BOE de 10/12/2013. Vista el 7/09/2015 en http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2013-12886
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