1. INTRODUCCIÓN
Imagínense
que nuestra sociedad sigue evolucionando basándose en la continua innovación
tecnológica y llega un momento en que Internet llega a la mayoría de hogares,
escuelas y empresas de todo tipo. Además, se trata de un acceso profesional,
estable y rápido que garantiza a través de la fibra óptica grandes velocidades
de acceso a Internet.
Por
otro lado, los navegadores se han multiplicado y existe una variada y exquisita
oferta, la mayoría gratuitos, sencillos, intuitivos y rápidos, capaces de
buscar cualquier información sin necesidad de utilizar campos complejos,
filtros o cadenas sofisticadas para localizar lo que nos interesa.
Igualmente, en ese futuro virtual que estamos imaginando, también
han aparecido cientos de plataformas en línea gratuitas (otras de pago) en las
que cualquiera puede darse de alta con una cuenta de correo y subir contenidos
que luego puede compartir con otros usuarios de forma libre y gratuita, pero condicionada
según privilegios de acceso de usuario. Estas plataformas también ofrecen
avanzadas herramientas de edición que permiten al usuario crear contenidos
profesionales de calidad, editarlos, publicarlos, compartirlos, crear grupos de
trabajo, aulas virtuales, asignar múltiples perfiles y roles a los usuarios
(como profesor, estudiante, visitante, invitado, edición, lectura, descarga,
subida, etc.).
Otra
característica de esa sociedad imaginaria tan desarrollada tecnológicamente es
que muchas instituciones de prestigio (universidades, instituciones académicas,
administraciones, etc.) han decidido ofrecer cursos gratuitos de calidad y
especializados en temas de actualidad. Puesto que utilizan Internet como medio
de transmisión, llegan a cualquier rincón del mundo, lo que hace que la
información sea accesible a cualquier usuario que disponga de conexión y un
terminal, que puede ser un smartphone,
una tablet, un ordenador portátil o
de sobremesa, etc.
¡Ojalá
alcancemos una sociedad que ofrezca todos esos avances! Sería magnífico,
¿verdad?
¡Efectivamente, no he descrito el futuro
de un mundo imaginario, sino más bien el de un pasado y presente!
¿Cómo,
entonces, a estas alturas nuestros hijos acarrean todavía a diario pesadas
mochilas de más de 20 kilos con libros y libros de un solo uso? Libros en los
que normalmente se invita a los alumnos (cuando no se les exige) a que los
garabateen en las propias páginas interiores a bolígrafo. Así, al curso
siguiente, serán prácticamente inservibles y no podrán ser reutilizados por
otros estudiantes.
LIBRO DE PAPEL
Hemos
asistido a cambios radicales en la industria debidos a la aparición de nuevos
productos y herramientas innovadoras que han mejorado y/o abaratado los
procesos de producción. Muchas empresas han tenido que reconvertirse para
seguir siendo competitivas; otras han desaparecido. Existen sectores en los que
la tecnología impactó de una forma tan agresiva que si analizamos su antes y su
después resultan casi irreconocibles.
La
industria gráfica, por ejemplo. Hasta 1990 existían industrias gigantescas que
daban trabajo a miles de empleados especializados en tareas exclusivas y
cualificadas de las artes gráficas. En Madrid destacaban Rivadeneyra, en
Getafe, o Hauser y Menet, también en el Sur de Madrid. Ambas empresas cerraron
sus instalaciones en la década de los 90 al dejar de ser competitivas ante el
empuje de los ordenadores personales de aquella época: PC de IBM y Mac de
Apple. Lo mismo ocurrió con empresas de Barcelona como Printer Industria
Gráfica. Cada una de estas empresas tenía plantillas que superaban holgadamente
el millar de trabajadores, y alguna de ellas multiplicaba esa cifra por tres o
por cuatro.
Lo
mismo podemos decir de los periódicos. Sólo en Madrid más de un lector
recordará al malogrado “Diario YA”, o “Diario 16” , “El Sol”, etc.
Actualmente,
muchas de las empresas editoriales aparentan tener un negocio próspero, pero en
realidad más de una ha contraído deudas que hacen inviable su futuro, o se
sostienen por acuerdos con la administración, lo que equivale a que al final es
el ciudadano de a pie el que está pagando y manteniendo a más de una empresa
ruinosa, aunque sobrada de fama y de glamour.
¿Hay
que subvencionar a estas empresas para que sigan haciendo su negocio con los
libros de papel, periódicos, revistas…?
LIBRO DIGITAL
Las
plataformas a las que hacíamos referencia al principio de este artículo
permiten que un profesor dé de alta exclusivamente a sus alumnos y allí genere
el material didáctico necesario para seguir sus clases durante todo el curso.
Es cierto que representa un trabajo extra para el profesor y que este trabajo
no está remunerado y a penas valorado por las jerarquías correspondientes, pero
también lo es que el profesor adquiere un compromiso moral con su especial
trabajo cuando decide hacer de la docencia su modo de vida.
Utilizar
libros digitales tiene actualmente todas las ventajas para el profesor y para
el alumno, y casi ninguna para las editoriales convencionales, salvo mantener
un negocio infinitamente más reducido, con la décima parte de personal y con
una competencia que no cesa de acosar y de generar nuevos rivales (empresas low cost).
A poco que nos paremos a pensar, nos damos cuenta de que estas
empresas editoriales son ampliamente conocidas y sin a penas variación desde hace
muchos años. Es probable que hayan formado un “lobby” de poder que controle
unos cuantos resortes del poder, de forma que determinadas leyes no evolucionen
al ritmo que necesita la sociedad, amparándoles y hasta proporcionándoles más
beneficios que antaño en algún caso.
Muchas
de estas empresas han creado divisiones dedicadas a la generación de contenidos
digitales, plataformas, etc. Pero tal como indicábamos, este negocio no da, ni
mucho menos, los beneficios estratosféricos que proporcionaba el clásico, razón
por la que lo mantienen, a fecha de hoy, al precio que sea.
Algunas
plataformas recomendables para ejercer la docencia del siglo XXI o en las que
localizar contenidos digitales listos para el aula son las siguientes:
§
Agrega
§
Calameo
§
Chamilo
§
e-doceo
§
eduCaixa
§
EducaRed
§
eun.org
§
examtime
§
Facebook
§
Google+
§
Infoling
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§
Issuu
§
Ko-su
§
Moodle
§
Procomún
§
Scientix
§
Scoop it
§
Scrib
§
Symbaloo
§
Tackk
§
TED-ed
§
Tiching
§
Twitter
§
Vimeo
§
WizIQ
§
Wobook
§
YouTube
§
Zientia
§
Etc.
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CASO PRÁCTICO: IES PRÍNCIPE FELIPE
(MADRID)
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